La rehabilitación cardíaca se compone de una serie de actuaciones de carácter integral y con perspectiva a medio plazo, cuyo objeto es aquellos pacientes que han superado la fase aguda de una enfermedad cardiovascular, es decir, al menos 6 semanas después del alta hospitalaria.
Estos programas abarcan una evaluación médica estrecha con tres pilares fundamentales: la prescripción individualizada de ejercicio físico, control de los factores de riesgo cardiovascular y apoyo psicosocial a aquellos pacientes que han sufrido un evento cardiaco.